LA IMPORTANCIA DEL CASAL DE VERANO DESPUÉS DEL CONFINAMIENTO
El verano es una época de aventura y diversión, de descubrimiento y experiencias inolvidables. Julio es un mes único para todos los menores que participan en casal de verano.
Esperan con mucho entusiasmo empezar un nuevo día lleno de aventuras y sorpresas. Las actividades y juegos están diseñados específicamente para que puedan disfrutar y vivir al máximo el inicio de las vacaciones, y las vivencias en primera persona les hacen sentirse únicos y especiales.
Amistad, confianza, cooperación y diversión, son algunas de las palabras que representan este espacio.
Después de diez meses de colegio, o en este caso, después de la dura etapa del confinamiento. Los casales de verano satisfacen algunas necesidades básicas de los niños/as como son la práctica del juego al aire libre, las actividades lúdicas y deportivas, actividades de piscina y aventura, vínculos y relaciones sociales muy intensas y en contacto con el entorno y la naturaleza, entre otros.
Los niños/as hacen un paréntesis en las relaciones sociales que han tenido habitualmente durante todo el curso escolar. Compañeros, monitores, espacio. Todo supone un cambio y muchas veces se integran en un grupo completamente nuevo, donde conocen a pocos o a veces, a ningún compañero. Esta experiencia nos brinda, una oportunidad magnífica para establecer nuevos vínculos y hacer un esfuerzo para generar nuevas relaciones. Les da la capacidad para adaptarse a los cambios y socializarse con más facilidad. Habilidad que les ayudará a vivir con entusiasmo nuevas experiencias fuera del entorno habitual.
Amistad, confianza, cooperación y diversión, son algunas de las palabras que representan este espacio.
Los monitores son una pieza clave del aura mágica que crean los casales de verano. No son únicamente organizadores de actividades, sino que participan en ellas como si fueran un aluno/a mas. Se embarran i viven las aventuras con la misma pasión que los mas pequeños. Abrazan, quieren, escuchan, y se preocupan de todo lo que sienten y necesitan. Son personas que saben como y cuando poner límites sin romper esta magia.
Todos los que sabemos lo que significa participar en un casal de verano, sabemos que no es solo jugar i divertirse, significa formar una familia, establecer vínculos indestructibles con compañeros y monitores, vivir experiencias únicas y ser protagonista de una gran historia, que cambia cada año.
Este año, con la aparición de la COVID-19, grandes i pequeños hemos vivido una situación por la que no habíamos pasado nunca. El aprendizaje que hemos hecho todos/as durante y después de confinamiento, es una tarea que tenemos que ir integrando poco a poco.
Los casales de verano son los primeros agentes socializadores de los niños/as. El equipo de Egreskat agradece la confianza que nos dais como acompañantes emocionales i asumiremos esta tarea con la responsabilidad, profesionalidad y amor que comporta.